Algo más que un partido

Almería quiere demostrar que es rugby, la ocasión es propicia para hacerlo y el partido de este domingo supondrá poner sobre el barro, que no césped, y en la grada también muchos argumentos que han llevado al crecimiento fulgurante y a la sólida consolidación del club unionista. No se piensa en hundir al contrario, un vecino cuya presencia en el grupo C de División de Honor B conviene a los cruzados por bastantes motivos, sino en cargar una última bala para poder quedarse por cuarta temporada consecutiva en la segunda máxima categoría nacional del rugby. Si se concluye penúltimo ese bala se llama promoción, que se jugó el curso pasado tras otra ‘final andaluza’ ante Atlético Portuense.

Las cuentas son muchas y sonríen a Unión Rugby Almería, puesto que su zona de colchón está establecida en los siete puntos, 17 frente a 10, lo que hace que incluso cayendo derrotados no estaría nada perdido. La diferencia estaría en que la citada bala se gastaría frente a CRC en el Emilio Campra en la última jornada, o ni siquiera eso si Granada no fuera capaz de vencer en su visita al duro Cisneros Z. Por lo tanto, los nazaríes tienen que ganar los dos partidos que les restan y esperar que URA no sea capaz de sumar nada. Por supuesto, el empate también le vale a los cruzados, pero afortunadamente en este bello deporte no se puede jugar a eso, aunque se producen de vez en cuando.

Pablo Jiménez no ha dudado en elogiar a su rival, con el que no se ha hecho la justicia oportuna a su propuesta de juego: “Es un equipo histórico, uno de los más importantes de la historia de Andalucía, que esta temporada, después de haber ascendió la anterior tras descender hace dos, está desarrollando un buen juego que, desgraciadamente para ellos, no se ha traducido en victorias, lo cual no quiere decir que no sea un equipo peligroso”. Lo sabe muy bien el técnico almeriense, que ha continuado su descrpición con que “es un equipo bien armado, quizá más débil en delantera que en tres cuartos, pero sabe jugar en todas las líneas”.

Eso se debe a que “tiene muchísimos jugadores, con lo cual las lesiones que hayan padecido han sido bien cubiertas”, a que “saben adaptarse a cualquier tipo de juego, y que sus hombres son lo suficientemente inteligentes para leer las situaciones del encuentro”. Pese a ello, lo que más preocupa a Jiménez es la meteorología: “Está previsto que llueva en Granada, lleva lloviendo toda la semana, y el campo de Fuentenueva, que es de césped natural, va a estar en unas condiciones deplorables, así que tendremos que adaptarnos a un partido de rugby en barro, que cambia sustancialmente la manera de jugar, estrategias y tácticas”. No lo ha ocultado: “Es nuestra mayor preocupación”.

Es cierto que ese barro puede tener doble lectura: “Por un lado es algo que nos favorece, porque pensamos que tenemos una delantera más fuerte que la suya, pero por otro lado nos perjudica, porque no estamos acostumbrados, ya que puede ser que juguemos sobre barro una vez cada dos años mientras que allí sí están aclimatados a ello”. El equipo llega bien, “con algunos jugadores que son importantes tocados, pero pudiendo cubrirlos con garantías debido a la plantilla que tenemos”. Ya se ha hecho “en peores condiciones otras veces, como con Lucas Melián, que en principio volverá este domingo”. No se queja el entrenador, pero “dada la importancia habría sido mejor contar con todos”.

Pablo Jiménez ha recordado que “Granada llega bien también, concentrada y con ganas de vencer, ya que es su única opción de no descender directamente y así poder jugárselo todo ante Cisneros sabiendo que URA tiene un partido muy complicad ante CRC Pozuelo”. Que nadie se lleve a engaños: “Si alguien piensa que va a ser fácil, no lo va ser, todo lo contrario, más bien uno de los más difíciles de la temporada”. En ese sentido, ha insistido en que “es un buen equipo, que sabe a lo que juega y que se adapta bien a las condiciones, por lo que resta ya solo tener la inteligencia suficiente para gestionarlo y llevarlo al terreno que más interesa a URA”.