Cajamar culpa a Cecilio Guillén de hundir Agrupaejido

El Consejo de Agrupaejido anuncia acciones penales contra responsables de Cajamar por administración desleal

Instalaciones de Agrupaejido en El Viso
Instalaciones de Agrupaejido en El Viso
Manuel León
01:00 • 08 jul. 2015

Cada hora que pasa, la situación de Agrupaejido, una de las principales comercializadoras hortofrutícola de la provincia, se complica más. Cuenta atrás, por tanto, para un gigante ahora con pies de barro, que camina hacia un concurso de acreedores tras romper las negociaciones con las entidades de crédito que lo han estado financiado durante los últimos años.
Según Cajamar, el agente financiero del crédito sindicado de 100 millones que otorgaron a la alhóndiga, un pool de 15 bancos, “la decisión unilateral de romper las negociaciones para la reestructuración de la deuda y la refinanciación de la compañía adoptada por Cecilio Guillén pone a Agrupaejido al borde de su desaparición”.
Añaden fuentes de la rural almeriense que “la situación es tan mala que, sin el apoyo de los quince bancos acreedores y el proyecto de reestructurar la deuda con quitas consensuadas por cada uno de ellos, la situación actual conduce a la inevitable liquidación de la compañía”.
Cajamar expone que “Agrupaejido se encontraba al borde la quiebra en julio de 2010 como consecuencia de inversiones fallidas realizadas por su principal accionista, Cecilio Guillén, en el sector inmobiliario y en el sector del perfume.
Estas operaciones, completamente ajenas a su actividad empresarial originaria, llevaron a pérdidas a la comercializadora hortofrutícola, que no podía hacer frente al pago de las liquidaciones mensuales de sus agricultores”. Cajamar lideró entonces un acuerdo con las demás entidades bancarias para hacer posible el rescate de Agrupaejido, mantener sus puestos de trabajo y dar servicio al campo almeriense. De este modo, mediante un crédito sindicado por importe de más 100 millones de euros, “se evitó la caída de la empresa”.




Deuda de 70 millones  Expone Cajamar que “cinco años después, ante el incumplimiento de los pagos acordados, se ha puesto sobre la mesa un nuevo plan de reestructuración de la deuda que ha sido rechazado por Cecilio Guillen, lo que aboca a la empresa a su entrada en concurso de acreedores y dado el alcance de la misma, más de 70 millones de euros, la conduce a una más que probable liquidación”. Fuentes de Cajamar aseguran que de haberse llegado a un acuerdo, si Cecilio Guillén hubiese aceptado las alternativas y el nuevo plan de restructuración propuesto por las entidades bancarias, la empresa podría haber pagado a sus trabajadores y a sus agricultores y haber continuado desarrollando su actividad la próxima campaña”.
Agrupaejido, por su parte, ha indicado que “con motivo de la refinanciación llevada a cabo con Cajamar y otras entidades bancarias se impusieron a Agrupaejido y sus accionistas durísimas condiciones financieras con la contraprestación de la seguridad de trabajar en interés de la viabilidad de la compañía. Añade que “sobre tal base se aceptó, incluso, por el Consejo  de Agrupaejido, nombrar como director general a la persona que exigió el pool bancario, dándole plenos poderes”.
Los accionistas y consejeros asumieron todos los sacrificios personales posibles, comprometiendo la totalidad de su patrimonio y cediendo la administración de la entidad, única y exclusivamente con base en esa absoluta seguridad del Pool bancario de que  trabajaría  en favor de la viabilidad de Agrupaejido.
La alhondiga anuncia también acciones penales contra responsables de Cajamar por estafa y administración desleal.










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