Cómo despertar la curiosidad hacia la música instrumental

Medio centenar de niños participan en un curso de la Fundación Barenboim-Said

Pequeños durante su clase de violín, ayer en el Conservatorio de Música.
Pequeños durante su clase de violín, ayer en el Conservatorio de Música.
Marta Rodríguez
22:12 • 01 sept. 2015

El Conservatorio de Música de Almería ha roto esta semana su rutina de pruebas de acceso y exámenes de septiembre. En un aula de la segunda planta, doce niños de unos cinco años se atreven, con mucho respeto, a coger el violín. Todavía es pronto para hacerlo sonar. 




Forman uno de los cuatro grupos que participan desde ayer en un curso de iniciación a la música que organiza la Fundación Pública Andaluza Barenboim-Said. De momento, el objetivo no va más allá de despertar su curiosidad hacia la música instrumental. Un reto modesto que puede significar todo para ellos el día de mañana. 




Según el coordinador de los proyectos de educación musical de la fundación, Joseph Thapa, muchos de los pequeños que se apuntan a estos talleres itinerantes inician sus estudios musicales en cuanto alcanzan la edad mínima, ocho años. “También es una forma de enseñarles el Conservatorio y que respiren su ambiente y, sobre todo, un modo de motivarlos”, afirma durante una visita de los medios de comunicación.




La fecha elegida para el desarrollo de la tercera edición de este curso en Almería no es producto del azar, pues desde la institución se quiere contribuir a la conciliación de la vida familiar y laboral. “Siempre elegimos fechas que están fuera del periodo vacacional”, añade.




Dirigido a niños de entre 5 y 12 años sin conocimientos previos sobre música, el taller sigue un formato que ellos denominan “rueda de instrumentos”, según el cual los grupos tocan todos los días las cuatro asignaturas: canto coral, expresión y creatividad musical, percusión y violín.




“Los pequeños aprenden más de lo que podemos pensar, lo vemos en la actuación final. Momento en que aquí en Almería vamos a presentar el cuento musical ‘Una grieta en el muro’, que hemos preparado con material didáctico y la colaboración de Ayuda en Acción. La intención es fomentar el entendimiento a través de la música”,  expresa.




Un total de 49 alumnos toma parte en la iniciativa hasta el próximo viernes 4 de septiembre. “Abrimos el plazo el 22 de junio y ese día se agotaron las plazas; contamos con niños que repiten”, señala.




Las clases corren a cargo de profesores especializados en educación musical infantil y vinculados hace años a la Fundación Barenboim-Said.


Un proyecto entre otros muchos
El curso de iniciación a la música que acoge estos días la capital constituye sólo uno de los proyectos de la Fundación Barenboim-Said, con sede en Sevilla. Entre los más importantes están la Orquesta West-Eastern Divan, la Academia de Estudios Orquestales, una iniciativa para la educación musical en territorios palestinos e Israel y un programa que cada curso se imparte en 23 colegios públicos de Sevilla, Málaga y Córdoba y que, según Joseph Thapa, “todavía no va a llegar a Almería”.



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