Sara Torres: “Esta soledad tan extraña a las que nos lleva la vida actual nos limita”

La joven autora, una de las voces más prometedoras de la poesía actual, visita estos días Almería

Sara Torres está estrechamente vinculada a Almería.
Sara Torres está estrechamente vinculada a Almería.
Marta Rodríguez
17:07 • 19 dic. 2015

“Para mí, no existe la poesía como algo monolítico, delimitado, en el cual podemos meter unas cosas sí y otras no. Para mí, existen los usos poéticos del lenguaje. Cuando mi abuela me cogía en brazos, me ponía una toalla en la cabeza y frente al espejo y me decía: ‘Mira la reina mora’, eso es una función increíblemente poética. O cuando cualquier persona te dice una palabra extraña para hablarte de algo porque las palabras conocidas no son suficientes. Lo poético tiene que ver con abrir el terreno de lo posible, que se multipliquen las miradas y las emociones y que el cuerpo reaccione de manera activa a eso, como un escalofrío”. 




Es la definición de poesía de Sara Torres (Gijón, 1991). La autora visita estos días por segunda vez Almería, donde mantiene una intensa agenda literaria en la que está dando a conocer su primer título, ‘La otra genealogía’, XV Premio Gloria Fuertes de Poesía Joven. En la obra, la escritora asturiana opone a la ciudad simbólica una isla donde es posible la felicidad, la armonía y el amor entre féminas, partiendo del origen y trastocando las mitologías del sometimiento. 




Este poemario tiene también ecos de la que fue la primera visita de Sara a Almería, allá por 2013. “Esa visita determinó la escritura de ‘La otra genealogía’ en ciertas pinceladas, rasgos. No sólo se nombra el Arrecife de las Sirenas en un poema, sino que están muy presentes todos los rituales de celebración que viví aquí y su importancia; las despedidas y las bienvenidas fueron un aprendizaje para mí. Cuando alguien te da algo muy bueno y lo recibes y entiendes, en ese momento entra a formar parte de tu imaginario. El modo en que se nos trató en Almería me hizo pensar mucho en la importancia de esos pequeños gestos”, reflexiona en una entrevista a LA VOZ. 




Los lazos que unen a esta prometedora voz de la poesía con Almería empezaron a tejerse lejos de aquí, en Gijón, cuando el escritor Juan José Ceba la descubrió en una lectura y el flechazo literario simplemente surgió.




Fundación Antonio Gala
En la actualidad, la asturiana vive en la Fundación Antonio Gala de Córdoba, donde escribe su primera novela gracias a una beca. “Mi día a día allí es maravilloso. La convivencia es muy intensa y ahora que estamos pasando unos días fuera, a todos se nos hace extraño. Cuando hay una selección forzada de personas con las que tienes que convivir puede salir fatal o como ha salido, de maravilla. En la misma fundación sorprende la conexión tan brutal que estamos teniendo”, explica.




La enseñanza más importante que Sara está sacando de esta experiencia no tiene que ver con grandes conocimientos teóricos o prácticos. Más bien con una filosofía de vida en la que “hay nuevas formas de asociación y organización de la vida emocional y familiar que son anti normativas, en el sentido de que no son para las que te preparan, pero que pueden tener una posibilidad de éxito maravillosa”. 




“Esta soledad tan extraña a la que nos está llevando la vida actual nos limita. Los proyectos de familia que no llegan a ocurrir o las personas que deciden no tener una familia, parece que viene todo en cuadraditos, cuando en realidad hay una multiplicidad impresionante que no tiene por qué caber en la caja y eso es lo que más estoy aprendiendo y disfrutando allí”, asegura.




Gran conversadora con una madurez poco habitual a su edad, la autora desvela detalles de esa novela que empezó a gestarse durante su estancia en Londres, donde hizo sus estudios de posgrado (con 23 ya ha presentado su tesis doctoral), luego se desarrolló sola en su cabeza y ahora va tomando forma en Córdoba. “Es una investigación sobre la escritura, que no es solo lo que ocurre, si no cómo se piensa o cómo se escribe lo que ocurre. Hay una tensión entre la escritura descriptiva, hasta cierto punto desapasionada, y la de volcado, que tiene que ver con el psicoanálisis, a través del exceso. Esa escritura del exceso habla del cuerpo; me gusta recordar que cuando hay un libro escrito es porque un cuerpo lo ha hecho, los libros no caen de los árboles. Ni los escriben autores que son máquinas. Son cuerpos que se levantan con dolor de espalda el día que se han acordado de aquel amor enorme y dependiendo del día, escriben de forma distinta, con una densidad distinta”, reflexiona. 


La obra, que está escrita desde la construcción de la memoria de una chica joven que ha vivido en Londres, es en buena medida autobiográfica porque, a juicio de Sara Torres, no existe la dualidad entre realidad y ficción. “Yo no sé cómo la gente dice que escribe fuera de lo autobiográfico. Esta novela es biográfica hasta un punto tremendo: de alguna forma, yo podría haber sido todas esas personas y esas personas me contienen a mí. Ese modo empático de estar en el mundo es importante en la escritura y en la vida”, señala. 


Hoy tertulia y encuentro poético
Tras la presentación de ‘La otra genealogía’ ayer en la Biblioteca Villaespesa, Sara Torres mantendrá una tertulia literaria hoy sábado 19 de diciembre, a las 18 horas, en la Librería Bibabuk (avenida Federico García Lorca). La presenta María Lago. Y por la noche, a las 22.30 horas, en la Tetería Almedina, se va a celebrar un encuentro/fiesta con la autora (que leerá poemas inéditos) y con los versos de Pilar Quirosa, Virginia Fernández Collado, Estefanía Montero, María Ángeles Lonardi, Estefanía Martín y Begoña Callejón y la cantaora Toñi Romero. 



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