Osasuna y Almería se van felices con el 0-0

Un puntazo para los rojiblancos

Una jugada del partido con Quique.
Una jugada del partido con Quique.
Carlos Miralles
22:49 • 07 feb. 2016

A consolarse con un punto. Osasuna y Almería firmaron un partido de poco fútbol, sin creación. El balón no pasaba por el centro del campo, todo eran balones largos para los delanteros. El único final posible era el empate, ya que apenas hubo oportunidades de gol. El orden que tanto pide Goro en los entrenamientos quedó reflejado sobre el terreno de juego. Inicio de encuentro con máximo control y dos llegadas claras a la meta de Nauzet. La primera fue de Chuli, que marcó gol, pero la jugada fue invalidada por fuera de juego. Aviso serio. Luego Quique pudo perforar el arco rojillo, optando por levantar el balón ante el portero en lugar de rematar por bajo.
Osasuna tuvo la más clara en las botas de Unai García. En el único desajuste defensivo, el defensa tiró a puerta a un metro de Casto, que pudo evitar el 1-0 en dos tiempos. Se llegó al descanso con 0-0 y con un protagonista inesperado: Ocón Arráiz.
Cuando ninguno está contento con el arbitraje... El riojano sacó tarjetas fáciles a José Ángel y Morcillo, dejando sin efecto varias entradas duras de los locales. Precisamente, la amarilla que vio José Ángel le impedirá jugar el sábado ante el Lugo.




Poco fútbol
Osasuna y Almería peleaban por objetivos diferentes, pero apenas se notó. Obviaron la medular y practicaron el fútbol directo. Sin más. Solo la locura de los últimos minutos puso emoción al duelo. Casto y Nauzet apenas intervinieron. La zaga rojiblanca, con Michel como gran novedad, no concedió espacios, ahogó a Urko Vera y Nino y dejó la meta a cero por primera vez con Goro en el banquillo.
Los fantasmas del pasado merodearon por El Sadar. Dubarbier y Morcillo se lesionaron a la vez, aunque el valenciano no pudo continuar. Fran Vélez, casi sin calentar, lo sustituyó. Tiene afectado el gemelo y está a la espera de pruebas médicas.




No perder
Con la derrota del Mallorca, el Almería pudo ponerse a dos puntos de salir del descenso, pero le hacía falta el triunfo. Anular a Osasuna, que jugaba para ser segundo, tiene mérito teniendo la permanencia a dos partidos. Arriesgando lo mínimo, reparto de puntos y todos contentos. Desde la sexta jornada llevan los rojiblancos entre los cuatro últimos de la categoría, y parece que se han adaptado con Goro a convivir con ese lastre.
Armados para no perder, Osasuna y Almería se dieron la mano y se fueron contentos. Había respeto sobre el campo y la primera meta era no dejar espacios. La Segunda sigue considerando a los de Goro uno de los fuertes, pese a la posición en la tabla. Puntuar en El Sadar ante un rival que buscaba el segundo puesto, sirve para crecer en autoestima. Se hizo un partido para no perder. Nada más. Un punto y a seguir.









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