Apperley y Los Vélez. El pintor inglés que halló la inspiración en el cortijo de Claví

La acuarela de una lumbre ardiendo sin tregua escondía toda la historia. Bastó que la escueta información que acompañaba a la obra llegase a los ojos oportunos para que la verdad se empezase a desvelar por sí sola. 

“Cortijo de Claví. Vélez Rubio, 1951”, leyó Issa García Cabrera. Su amor por el arte, Los Vélez y Granada la convertían en la persona idónea para investigar por qué el pintor inglés George Owen Wynne Apperley había hecho ese cuadro en su tierra.

Maestro de la acuarela y del retrato, Apperley (1884-1960) abandonó su Inglaterra natal, y a su distinguida familia, para establecerse en Granada después de haber viajado mucho por el mundo. El artista se dejó seducir por el influjo de la ciudad andaluza y el ambiente cultural que se respiraba entonces hasta el punto de que olvidó a su mujer y sus hijos y rehizo su vida junto a una de sus musas, la joven Enriqueta Contreras. 

“Conocía a Apperley por sus vistas de Granada, sus interiores de la Alhambra  y por su obra ‘El aljibe’, temas que me interesan. Sabía que era acuarelista y que,  junto a la placeta de San Nicolás, tenía un carmen que llevaba su nombre. Encuentro difícil su técnica y admiro su obra”, explica García Cabrera, autora del artículo de la revista ‘Velezana’ que ha sacado a la luz esta historia. 

Al dar con la acuarela ejecutada en el interior del cortijo de Claví, esta maestra empezó a tirar del hilo y descubrió que su admirado pintor había pasado en su tierra tres semanas en octubre de 1951, coincidiendo con la afamada feria de otoño. “Jorge Apperley y su esposa llegaron invitados por su amigo Manuel Pérez Serrabona, oriundo de Vélez Rubio. Se supone que iba a descansar entre dos exposiciones, pero era un creador que concebía su arte desde el trabajo (llegó a pintar unas 4.000 obras), así que allí, en Claví, siguió pintando y preparó cuadros para su siguiente muestra”, apunta.

Según Issa García Cabrera, el acuarelista ejecutó 26 obras vinculadas a Los Vélez, “una auténtica aportación al patrimonio artístico y humano” de la zona. “El conjunto conforma un todo que me permitió recuperar algunos de los recuerdos de aquellos días. Si hablamos de calidad artística, estamos refiriéndonos a un acuarelista reconocido  ya en su juventud en Inglaterra, en la cuna de los acuarelistas clásicos, y a un retratista excepcional . En cuanto a las obras valoradas individualmente, no puedo ser imparcial puesto que he tenido la suerte de conocer las historias que hay detrás de ellas  y todas son valiosas. Y también han quedado cabos sueltos que hacen, en mi opinión, más interesante el artículo”, explica.

Retratos
Además de paisajes y estampas cotidianas, Apperley encajó tan bien entre las gentes de Los Vélez que dejó tras de sí una serie de retratos, inmortalizando entre otros a su anfitrión, Manuel Pérez Serrabona, abogado y hombre de confianza de la familia de Federico García Lorca. Esos dibujos, que en su mayoría permanecían inéditos hasta la llegada a los quioscos del último número de ‘Velezana’, constituyen un retrato de la sociedad de la época. En ellos captó para siempre el semblante dulce de María y el gesto adormilado de Fernardo Carrasco. Rostros que se asoman al presente desde la ventana de la eternidad.

La artífice de la investigación
Aunque insiste en que es un trabajo coral por los testimonios que ha recabado, Issa García Cabrera es la artífice de la investigación que ha dado pie al artículo ‘Recuerdos de Apperley’ de la revista ‘Velezana’. En el mismo, por primera vez se saca a la luz la vinculación del pintor inglés y Los Vélez, tierra que quedó plasmada en su obra tras una breve pero intensa estancia en el cortijo de Claví.

Nacida en Hyeres, Francia, en 1966, García Cabrera es oriunda de Los Vélez, donde ejerce su profesión de maestra en el CEIP Doctor Severo Ochoa. Pertenece desde su fundación al Grupo Gabar, asociación que aglutina a artistas de diferentes disciplinas de la comarca.