Un invernadero de El Ejido es el primero con depuradora de agua

Un invernadero de El Ejido es el primero con depuradora de agua

José Antonio Arcos
07:00 • 20 feb. 2012
El paraje de Tierras de Almería, entre Roquetas de Mar y El Ejido, es una maraña infinita de explotaciones agrícolas, el mar de plástico en estado puro. Un laberinto de caminos rurales que esconde una de las fincas más modernas y punteras de todo el campo almeriense. Se trata de los invernaderos de la familia Romera, que conforman la empresa ejidense Romera Bonilla SL.

Los avances tecnológicos que incorporan estas fincas son similares a los de los invernaderos más avanzados de Holanda. Incluso disponen de algunos elementos que no están ni siquiera en el Ifapa, ni en Las Palmerillas ni en la finca experimental de la Universidad de Almería, como ocurre con la depuradora de agua de última generación que funciona desde principios de año y que ha sido instalada por la firma Himarcan, dedicada a instalaciones de riego y control de clima.

“En la provincia de Almería no tenemos conocimiento de que exista en un invernadero comercial ninguna depuradora de agua de estas características, y ni siquiera en Holanda su uso esta generalizado, de ahí que se trate de una iniciativa muy destacable por parte de esta empresa ejidense”, describe Paco Cano, director técnico de Himarcan.

Las características de la depuradora, a las que se refiere este ingeniero, hacen posible que esta instalación desinfecte el agua de los drenajes del cultivo hidropónico, en este caso, de tomate.

Aprovechar hasta la última gota

Como señala Juan Romera, gerente de la explotación agrícola, la idea que subyace “es la de aprovechar al máximo el agua en el invernadero” en sintonía con el concepto de agricultura sostenible.

De hecho, Romera Bonilla SL es cliente de la popular firma británica Marks & Spencer por esta apuesta por una agricultura respetuosa con el medio ambiente, entre otros motivos.

Tal y como describe Romera, el agua de los drenajes (sobrante) del cultivo hidropónico se recoge a través de unas canaletas y se conduce hasta una balsa o aljibe que hay bajo tierra. Allí el agua se mezcla en dos depósitos que hay con arena y se remueve durante unas ocho horas.

Transcurrido este tiempo las bacterias y hongos (patógenos) se quedan en los depósitos con arena; mientras que la solución, el agua limpia resultante, se desvía a otros dos depósitos o balsas y desde allí a los cabezales de riego de la finca.

En resumen, se filtra el agua que sobra (alrededor de un 30%), se oxigena y se eliminan los patógenos. El resultado es un agua limpia que vuelve a emplearse en el cultivo bajo plástico.

“En Inglaterra hay algunos casos en los que se usan estas técnicas, mientras que en Holanda las fincas que desinfectan, que no son una mayoría, utilizan el ultra violeta”, afirma Paco Cano, de Himarcan, una empresa de la industria auxiliar, ubicada entre El Ejido y Santa Mª del Águila.

Una solución al aumento de los costes del agua y de los nutrientes

La empresa Romera Bonilla ha hecho una inversión de 65.000 euros en esta infraestructura hídrica, que espera amortizar en un plazo no superior a diez años. A partir de entonces todo será ahorro: económico y medioambiental.

Es una respuesta y solución al encarecimiento del precio del agua y de los nutrientes, que se sucede desde hace años; un modo de adelantarse al más que previsible incremento del precio del metro cúbico.

Juan Romera, gerente de la esta empresa de producción agrícola, asegura que “podemos llegar a un ahorro de agua de entre el 50%-60%, en cualquier caso muchos metros cúbicos que aprovechamos”.

La depuradora de agua cubre una finca de 10 hectáreas.






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