Los más pequeños cofrades abren la Semana Santa en las calles

Después de siete u ocho años ininterrumpidos, se va convirtiendo casi en una tradición. Los colegios Virgen de Fátima y Arcángel unen a sus alumnos y, tras muchos preparativos cargados de ilusiones y alegría, ‘inauguran’ las procesiones de la Semana Santa en la capital con un breve recorrido por las calles.

Cada año parten de una de las dos escuelas, y esta vez le tocó al Virgen de Fátima, en pleno corazón de todo el conglomerado de barrios que hoy llamamos Zapillo. La mañana se había levantado soleada, sólo con un poco de brisa, de modo que a la puerta del colegio se había reunido, al filo de las diez de la mañana, una buena cantidad de padres, abuelos y familiares de todos los grados.

Fiesta de fe y alegría
Dentro, en el patio, se ultimaban los preparativos. Los maestros organizaban los grupos, revisaban las vestimentas, repasaban los recorridos. Cada año participan los alumnos de tres a once años de ambos colegios, así que, en una cuenta aproximada, la actividad reúne a más de 300 pequeños, más los familiares, “unas 600 a 700 personas”, aseguran los profesores.

Cuando se abren las puertas y salen los primeros pasos, desde el público estallan cientos de flashes, y decenas de cámaras de video comienzan a funcionar. Los niños mantienen a duras penas las filas, atentos a la vez a sus padres y a las maestras que los guían.

Pero todo es una fiesta en esta mañana, una fiesta de fe y de alegría. Las procesiones de ambas escuelas toman calles distintas rumbo a la iglesia de San Antonio, portando sus pequeñas imágenes. Al llegar, suenan las campanas y todos entran en el templo.

Allí los espera Jaime Palacios, párroco del templo, y cuando los profesores logran imponer orden, da comienzo un acto que incluye un breve Encuentro entre los pasos, un Padrenuestro, una Avemaría, y una saeta. Un año más, los más pequeños han dejado inaugurada la Semana Santa en Almería.