Bruselas se fija en Primaflor para elaborar su futura ley europea de seguridad alimentaria

Bruselas se fija en Primaflor para elaborar su futura ley europea de seguridad alimentaria

José Antonio Arcos
07:00 • 07 ago. 2012

El pasado año el pilar de la economía provincial, la agricultura, vio comprometido su futuro a raíz de la crisis del ‘E.Coli’, que puso en entredicho el ‘modelo Almería’. Pasaron muchas semanas hasta que las autoridades alemanas reconocieron que el origen de dicha bacteria era ajeno a Almería. Sin embargo, el daño a la imagen del campo es innegable. Pues bien, si hace un año hubiese existido la futura normativa europea, que ahora se elabora, ninguna senadora alemana habría señalado al pepino almeriense como causante de un brote que causó numerosas muertes.

Para la elaboración de la futura ley comunitaria de seguridad alimentaria en microbiología de frutas y hortalizas colaboran distintos países europeos y centros de investigación internacioniales. La Universidad belga de Gante es la que lidera la iniciativa; y en España es el Cebas-Csic de Murcia el ente investigador elegido, y Primaflor la empresa seleccionada a nivel nacional para los ensayos.

Antonio Marhuenda, director técnico de esta empresa asentada en Pulpí, destaca la importancia del proyecto en sí y el hecho de que el sector nacional esté representado por Primaflor: “Es un honor para nosotros que seamos la empresa piloto escogida”.

No más alarmas alimentarias

Este proyecto sobre el que se redactará la futura ley está ahora en su ecuador, dos años de un total de cuatro, lo que evidencia que es anterior a la crisis del ‘E.Coli’. Se espera sea una realidad en 2014.

María Isabel Gil, la investigadora del Cebas-Csic de Murcia que dirige la parte científica del proyecto en España, destaca que en el futuro, una vez exista esta ley, ya no habrá más alarmas alimentarias, causadas por frutas y hortalizas, como la creada en mayo de 2011 en Alemania por la bacteria ‘E.Coli’. “Se evitarán episodios similares sobre una base científica que regulará cuáles son las prácticas agrícolas más seguras y sostenibles”, señala.

Gil destaca la tarea preventiva, el hecho de que los análisis microbiológicos no serán aleatorios sino que se reglamentarán, y sobre todo que se cubrirá el vacío legislativo existente hasta ahora.

La científica también enfatiza que, con la ley de seguridad alimentaria en hortofrutícolas, provincias como Almería podrán diferenciar sus producciones de las de terceros países como Marruecos, Turquía, Egipto o Israel. Los tomates de Almería o sus pimientos serán más seguros que los del resto y cuando haya una alerta sanitaria rápidamente se sabrá el origen. A diferencia del ‘E.Coli’.


Evitar daños de micotoxinas y residuos químicos sobre la salud


1Contaminación microbiológica. Ejemplos como el ‘E.Coli’ o la salmonelosis. Los investigadores analizan todo tipo de parámetros que puedan influir en los procesos precosecha, como suelo o hidropónico, o diferencia que pueda haber entre cultivos al aire libre y bajo plástico.




2Micotoxinas (hongos tóxicos). Sobre todo el Cebas-Csic investiga en tomate. Se trata de ver si pueden surgir hongos tóxicos en frutos excesivamente maduros que puedan causar un mal a la salud humana.


3Residuos de fitosanitarios. El problema aquí es que no hay una legislación global y países en los que determinadas materias activas están permitidas, sin embargo no lo están en otros. Se aboga por unificar criterios, pese a su complejidad.




4Buenas prácticas agrícolas. En resumen, la futura ley comunitaria sobre seguridad alimentar




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