La felicidad está en los 14.000 abonados

La felicidad está en los 14.000 abonados

Tony Fernández
01:00 • 01 jul. 2013

Los abonados tienen la palabra. El presidente del Almería ha fijado unos precios sin competencia como reza en el anuncio publicitario y confía en alcanzar la cifra de 14.000 abonados que sería todo un récord para los tiempos que corren.
Conseguirla parece fácil pero ya en etapas anteriores hubo euforia al comienzo y resignación al final viendo cómo Almería no terminaba de engancharse a la Primera División.


Antepasados  Cuando el fútbol de nuestra provincia consiguió la gloria de la Primera, alcanzando entradas superiores a los 20.000 aficionados, todo era optimismo de cara a la campaña de abonados. Alfonso García Sánchez y su directiva no tenían otra fuente de ingresos que los abonados y las taquillas y había que cimentar el proyecto social.
Los intentos de Alfonso y sus campañas en las emisoras de radio locales no lograron elevar el listón más lejos de los 8. 500 socios. Y al año siguiente tras la permanencia ni se alcanzó esa cifra.


La fiebre de Unai  El segundo ascenso a Primera División llegaría de la mano de un entrenador emergente que fue capaz de colocar el cartel de no hay billetes el día del ascenso ante la Ponferradina. Ese día un campo con capacidad para 30.000 aficionados hubiese cubierto su aforo y hacia él dirigía sus miradas el presidente con aquello de meter la pala a las pistas de atletismo.
Otra vez, y con muchos años de distancia, la respuesta de la afición no fue la esperada y sobraron las gradas supletorias que se colocaron justo encima de los dos Fondos. No se alcanzaron los 15.000 pero se colocó el listón para la historia superando los 14.000.
Los siguientes años de Primera y los dos de Segunda División la caída fue pronunciada y la fuente de ingresos se secó de forma gradual siendo los fieles de siempre los que dieron color a la grada en la dura travesía.
La llegada de las nuevas gradas supletorias animó algo la campaña de abonados en la pasada temporada pero siempre lejos de las previsiones de un Alfonso García que seguía llamando a la afición sin encontrar una respuesta acorde con su esfuerzo económico.
Ver el Estadio del Mediterráneo con 15. 123 aficionados el día del ascenso ante el Girona ha sido lo más bonito de la temporada que de forma oficial terminó el pasado 30 de junio.




Un nuevo reto  Los aficionados más fieles pagarán igual la Primera que la Segunda y los nuevos tienen unos precios que se adaptan a todos los bolsillos. Los ha puesto el presidente porque “si logramos los 14.000 abonados seré el hombre más feliz del mundo”.
Su felicidad no está muy cara y sería bueno animar al impulsor del fútbol en Almería para que haga un equipo competitivo que nos asegure una larga estancia en la Liga de las Estrellas. “Vamos a dejar solo 1.000 entradas para la taquilla porque confiamos en nuestros abonados”, sentencia el presidente.






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