3-1: El Almería monta una fiesta en Balaídos

Horrible imagen de los rojiblancos en Vigo

Carlos Miralles
22:03 • 30 nov. 2013

 


Gol de Suso. Balaídos pitando a su equipo. El Almería más cerca que nunca de romper el maleficio en sus visitas a Vigo... todo se puso de cara para los intereses rojiblancos. El tanto del futbolista cedido por el Liverpool abría las puertas de lo que pudo ser un gran golpe encima de la mesa. El Celta, acostumbrado a perder en su campo, parecía un boxeador noqueado.
Tras el 0-1, el Almería se vio superado, sobre todo por las bandas. Orellana y Rafinha entraban hacia el centro para buscar disparo e igualar la contienda. El empate llegó en el minuto 26, con un disparo seco desde la frontal, aunque más sencillo de ejecutar que el de Suso, que de lanzamiento seco desde más allá de la frontal del área, superaba a Yoel.


Tímida reacción El Almería se sacudió el dominio vigués con buenas acciones, la mayoría de ellas por la banda de Suso y Nelson. La más clara fue para Óscar Díaz. El lateral centró y por poco no pudo empujar el esférico al fondo de la portería contraria. Al descanso, a pesar del 1-1, los rojiblancos se veían fuertes y con serias opciones de puntuar en Balaídos.
Tres minutos duró la esperanza. Borja Oubiña, que no se desenvuelve con facilidad en el ámbito goleador, anduvo listo en un saque de esquina para marcar el 2-1. El once almeriense no defendió bien y lo pagó caro.
El Estadio Municipal de Balaídos empezaba a ser una fiesta. De los silbidos a los aplausos solo hay un paso, sobre todo el mundo del fútbol. El tanto de Oubiña abría el camino para el Celta, con un Luis Enrique que necesitaba un triunfo para no ver peligrar su continuidad en el club. No podían imaginarse en Vigo una segunda mitad con tan pocas ocasiones de un Almería que mostró sus garras en el primer período.




Charles El destino quiso que el brasileño rompiera su racha contra el Almería y teniendo como rival a uno de sus mejores amigos, Esteban. No fue un tanto de bella factura, pero sí suficiente para que el Pichichi de Segunda el pasado curso ampliara la renta a cinco.
Entonces ya la fiesta era total en las gradas. Francisco lo intentó a la desesperada con los cambios de Hélder, Dani y Raúl. La tarde se torció por completo en la segunda mitad, situación que ya se dio en tiempos de Segunda.


Estreno Lo único positivo que un aficionado rojiblanco puede sacar de la derrota de Vigo, es que un chaval almeriense, concretamente de La Cañada, debutó en la Liga de las Estrellas.
En la grada estaba su padre, y en su barriada nadie se despegaba del televisor. Entró en el 25 del segundo tiempo por Óscar Díaz. Fue una noche inolvidable para el delantero.
El Almería de Francisco vio frenada en seco su progresión en juego y marcadores después del parón, con 0-5 ante el Madrid y 3-1 frente al Celta de Vigo.






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