"Almería va en mi corazón con unos años maravillosos por el cariño de sus gentes"

José María Maguregui siempre atendía a LA VOZ con un cariño especial ya que nada más oir la palabra Almería “me suena a ascenso, amigos, cariño, época maravillosa para mi familia y para mí”. Todo son buenas noticias para el Magu pero la de ayer nada que ver con aquel hombre feliz que nunca tenía mala cara. Un vasco de pies a cabeza que nos puso en el mapa con el primer ascenso a Primera. Hoy queremos reproducir sus últimas palabras de afecto hacia una ciudad “que amo con todas mis fuerzas” y a un Almería “que le sigo y le llevo en mi corazón pese a que haya cambiado de nombre”. Desde su residencia en Bilbao atendía a LA VOZ con un cariño infinito para recordar “el ascenso más bonito de mi carrera como entrenador”.

Se subió en Murcia El ascenso a Primera fue “en una tarde maravillosa frente al Castellón con el campo que se caía de aficionados”. Aquello fue bonito, “inolvidable para todos ya que no había tanta televisión y la gente se echó a la calle”. Ese fue el día de la gloria pero para Maguregui “cuando ganamos en La Condomina al Real Murcia le dije a mi presidente que estábamos en Primera División”. Alfonso se quería morir ya que le había pedido solo la permanencia pero “los siguientes partidos el equipo los jugó como si fueran finales y terminamos campeones haciendo historia”. Han pasado muchos años y “lo recuerdo como si fuese ahora mismo, lo llevo grabado en el corazón con un Estadio abarrotado y ganando por tres a cero al Castellón con Juan Rojas liderando aquel equipo de amigos”.
Almería le dio mucho más al año siguiente “conseguimos mantener la Primera División y en este campo no ganó nadie incluidos Real Madrid y Barcelona que se llevaron un punto y gracias”. Luego se marchó al Español pero “Almería siempre es especial por el cariño de sus gentes y por aquel ascenso que fue muy celebrado y que marcó mi carrera como entrenador”.

Amigos del alma Para que la fiesta del ascenso fuera completa tenía que haber una pieza fundamental, “Alfonso García, un presidente que dio un paso al frente y completó el trabajo del equipo y cuerpo técnico. Tengo una gran relación con él. Una amistad sana, dale muchos recuerdos. Allí hemos sido muy felices”. Porque Maguregui, su esposa Menchu y sus hijos tenían en Almería su segunda casa y “el afecto y el cariño de sus gentes es algo que queda para siempre”. Magu nos quería mucho.