Tributo a Miguel Narros, el director que contagiaba su admiración por el teatro

El ciclo de conferencias de las Jornadas del Siglo de Oro se inauguró ayer tarde con un homenaje

Celestino Aranda, Andrés Peláez y Basilio Romero, junto al retrato de Narros. tyle>.apqj{p
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Marta Rodríguez
21:57 • 03 abr. 2014

“Era el director al que más le gustaba ensayar. Él nos enseñó a ser buenos espectadores y nos contagió su admiración por el teatro”. El director del Museo Nacional del Teatro, Andrés Peláez, se refirió ayer con estas palabras a Miguel Narros (Madrid, 1928-2013) en el homenaje anual de las Jornadas del Siglo de Oro.




Peláez fue el encargado de realizador la ‘laudatio’ dedicada al director de escena fallecido el pasado junio. Éste estuvo representado por su pareja, el productor teatral Celestino Aranda. El acto académico se celebró por la tarde en el Paraninfo de la Universidad de Almería.




La absoluta modernidad
Según el director del Museo Nacional del Teatro, Narros representaba “la absoluta modernidad” ya en sus inicios. “Cuando en 1966 -en pleno franquismo- llegó al Teatro Español, afrontó una adaptación de ‘Numancia’ como un juego de la Guerra Civil”, expuso.




Uno de los grandes logros del director de escena consiste en que dio una “sacudida” a los jóvenes de entonces que consideraban que el teatro del Siglo de Oro era algo “reaccionario”.




“Junto al autor y director William Layton y la actriz Mary Carrillo, puso en marcha el Teatro Estudio de Madrid, la primera gran escuela de intérpretes que empezó a enseñar técnicas que eran absolutamente desconocidas en España”, subrayó. 




Narros, Premio Nacional de Teatro en dos ocasiones, pronunció frases célebres que, con la perspectiva del tiempo, cobran si cabe más significado. “El cine todo lo agranda y la televisión todo lo empequeñece. Lo único del tamaño del hombre es el teatro” constituye una de ellas.




Andrés Peláez recordó, asimismo, su faceta de figurinista al asegurar que ha sido el mejor de los últimos “1.500 años” y ha dejado discípulos totalmente extraordinarios. “Mezclaba a Dior con Zurbarán sin que se notasen las puntadas”, enfatizó. 




Tras la ‘laudatio’, Celestino Aranda recogió un reconocimiento de manos del director de las Jornadas, Basilio Romero, y agradeció emocionado este homenaje póstumo. 


Referente
El Paraninfo del campus de La Cañada acogió ayer la inauguración oficial de las conferencias de las XXXI Jornadas del Siglo de Oro con el homenaje a Miguel Narros. 


Basilio Romero indicó que, tras un lapso de tiempo de dos años en el que no se ha podido desarrollar esta parte académica, el festival se convierte de nuevo en un referente en el panorama cultural. “El teatro es sinónimo de la conciencia de los pueblos”, expresó.


El director de la cita no quiso concluir su intervención sin recordar a la editora Ana Santos, de El Gaviero, fallecida el pasado lunes a los 41 años. “Sin ella nos quedamos sin uno de nuestros arietes. Desde algún lugar nos estará vigilando”, señaló. 


El profesor de la UAL Manuel López Muñoz, que ha coordinado la iniciativa, también tuvo unas palabras para ella. De hecho, usó la expresión con la que Santos se refería a Almería, ‘este sur’, para apuntar que “gracias a las Jornadas, este sur se ha convertido en el norte de muchas miradas”. 


Con alrededor de medio centenar de becarios de la Universidad de Almería y de instituciones académicas de fuera, el ciclo del festival de teatro clásico cuenta también como asistentes con docentes del Centro del Profesorado.


En este sentido, Catalina Barragán, qu


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