Los ingleses abandonan su ‘sueño’ mediterráneo

Los extranjeros europeos también se marchan y optan por volver a su origen

Eva de la Torre
23:33 • 23 abr. 2014

La población total española ha descendido en el último año en más de 400.000 personas, dejando a España con 46,7 millones de habitantes. Un descenso que, entre otras cosas, se explica por la marcha de nacionales al extranjero, donde ya viven más de dos millones de españoles y que afecta a prácticamente todo el país, excepto en Ceuta y Melilla.

Pero al igual que ha sucedido con los autóctonos, también ha descendido el número de extranjeros que residen en nuestro país. Así, por ejemplo, cerca de 90.000 británicos (un 23%) se han marchado de España en el último año o, tal y como  publicaba ayer el diario The Telegraph en su edición digital, “Fin del sueño mediterráneo para 90.000 británicos que dejaron España el último año”.

La mayor parte de estos ciudadanos vivían en las zonas del sur y del levante y muchos de ellos, en Almería. De hecho, en el artículo de The Telegraph habla una ciudadana británica, Jackie Miles, que ha vivido 13 años en Mojácar. Según explica, ella y su marido montaron una agencia inmobiliaria y un gimnasio. Durante todos estos años, ambos negocios han ido “muy bien”, pero con la crisis comenzaron dejar de dar beneficios. No obstante, Miles reconoce que le encanta vivir aquí, pero que necesitaba encontrar trabajo, lo que es prácticamente imposible en toda Andalucía.


Crisis y coste

Este es un caso entre tantos, ya que la crisis económica, el aumento del coste de la vida, la burbuja del ladrillo y los problemas para encontrar trabajo son razones que han hecho que vivir aquí sea menos atractivo.

Y como no podía ser de otra manera, los problemas con las viviendas ilegales también aparecen como una razón por la que se marchan de Andalucía y Almería. Maura Hillen, responsable de Abusos Urbanístico Almanzora No (AUAN) asegura que “muchas personas no desean continuar más tiempo en España porque nunca terminan de legalizar sus viviendas”.

Junto a los británicos, el número de alemanes que viven en España ha descendido en un 23,6% y el de franceses en un 12,7%.







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