Marcha ciudadana contra el cambio climático

Los científicos han hecho público que no esperan que los gobiernos reaccionen ante la subida de CO2

Mar Verdejo
01:00 • 20 sept. 2014

El 21 de septiembre será un día histórico ya que se ha convocado la mayor movilización mundial contra el Cambio Climático. Hay convocatorias en todo el mundo y la ciudadanía marchará para que se “atiendan las exigencias de emprender acciones urgentes para proteger nuestro planeta y nuestro futuro y todo aquello que amamos”, dice la convocatoria de Avaaz a la que se han sumado más de dos mil ciudades en todo el mundo.


Los científicos han hecho público que no esperan que los gobiernos reaccionen ante la alarmante subida de CO2. El último informe del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) dice que: “urge reducir de manera drástica las emisiones de gases invernadero y la extracción y quema de combustibles fósiles”, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) confirma en la revista Ecology Letters, que las especies animales y vegetales podrían perder entre dos y tres veces sus áreas de distribución de lo que se preveía hasta ahora. Quizás no seamos capaces de apreciarlo porque va ocurriendo poco a poco cada día, pero si intentamos buscar en la memoria seguro que recordaríamos cómo eran de profundas las playas o cómo duraban los neveros en las cumbres de las sierras. Ya hay alarma en los vecinos de Las Salinas de Cabo de Gata porque la playa está despareciendo ya que aumenta el nivel del mar y los oleajes. Es un hecho que “el hielo del Ártico, del que todos dependemos, está desapareciendo, en los últimos años hemos perdido tres cuartas partes de la capa de hielo flotante”, confirma Greenpeace en su campaña “Salva el Ártico”, y es debido al consumo de energías fósiles; que se derrita el Ártico no solo afecta a las osos polares, morsas y demás moradores del Ártico sino que está afectando a toda la Humanidad. Se prevén pérdidas millonarias en Turismo y Agricultura, así que hay que dejar de construir en zonas sensibles al Cambio Climático y proteger el territorio de las roturaciones; no podemos hacer uso de todo el territorio del planeta y hacer de zonas forestales zonas agrarias; se ha permitido en pleno corazón del desierto de Tabernas, transformando más de 3.500 hectáreas de zona esteparia en una plantación de olivos, con la pérdida, que esto conlleva, de biodiversidad y de suministro de agua. Entonces: ¿qué están haciendo las administraciones para mitigar los efectos del cambio climático en nuestra vida cotidiana? A nivel local, por ejemplo, el Ayuntamiento de Almería dejó en aguas de borrajas la Agenda 21, documento participativo en el que se plantean, entre otras cosas, cómo reducir las emisiones de CO2 a nivel local. La Oficina Técnica de Mitigación del Cambio Climático de la Diputación de Almería desapareció, sin más, con el cambio de gobierno. En la Junta de Andalucía están preparando una Ley sobre el Cambio Climático, con la que se pretende reducir las emisiones de CO2, incrementar los sumideros de CO2 y adaptar el territorio andaluz a los impactos de este fenómeno que es global; pero al mismo tiempo pretenden cambiar la Ley de Ordenación Urbanística Andaluza, abriéndose una puerta para la legalización de viviendas irregulares. Además el Estado Español ha hecho una clara apuesta por las energías fósiles -extracción de gas por fracking y las perforaciones petrolíferas en Canarias, Alborán y Baleares- penalizando, en cambio, a las energías renovables. Mientras la propuesta de Sr. Cañete, ex accionista de petroleras, para liderar el Cambio Climático en Europa parece de “Corral de Comedias”. 


Demuestran que una cosa es el papel con intenciones y otra son las acciones. Así que la única esperanza que nos queda para mitigar lo que es imparable, es asumir el desafío del calentamiento global y exigir a los políticos más acción: nuestro futuro y el del planeta queda en nuestras manos. Empecemos a practicar la Ecología Política. 







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