El legado de Julio Alfredo. El poeta de Chirivel dona su archivo personal a la Biblioteca de Andalucía

Manuscritos originales, correspondencia literaria y otros documentos conforman la donación

Julio Alfredo Egea, junto a un retrato de juventud, obra de Carlos Pérez Siquier.
Julio Alfredo Egea, junto a un retrato de juventud, obra de Carlos Pérez Siquier.
Marta Rodríguez
13:54 • 03 nov. 2014

Julio Alfredo Egea (Chirivel, 1926), voz fundamental en la poesía del siglo XX y principios del XXI, ha donado el conjunto de su legado documental a la Biblioteca de Andalucía. Su archivo personal, reunido a lo largo de su larga trayectoria literaria, consta de manuscritos originales de sus obras, correspondencia con escritores y otros documentos.




Recortes de prensa, documentos personales, fotografías, textos y dedicatorias de otros autores, telegramas y tarjetas de comunicación de premios literarios y disquetes se integran en esta donación de “alto interés histórico y documental” que permitirá el estudio y el conocimiento de la vida y la obra de Egea, según se publicó el 30 de octubre en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA). Además, el archivo recoge buena parte de la memoria de las letras del siglo pasado.




“Mis archivos son muy extensos y, como vivo en varias casas, siempre encuentro cosas nuevas. Después de una vida entera en esto, si se deja a la familia el material corre el riesgo de dispersarse. En un sitio como la Biblioteca de Andalucía, lo cuidan y permiten su consulta”, asegura el decano de los escritores almerienses a LA VOZ.




La Biblioteca Villaespesa de Almería ha colaborado en la valoración real del fondo. “Los escritores ilustres como Egea deben estar representados en esta biblioteca regional. Su fondo personal se está digitalizando porque es un material muy delicado”, indica la directora del centro almeriense, Paqui Cruz.




Granada en el corazón
La Biblioteca de Andalucía comparte edificio con la Biblioteca Pública Provincial de Granada, tierra a la que Julio Alfredo Egea está estrechamente ligado. Hasta allí se trasladó en los años 40 con su familia. Desde esa década, participó en los movimientos literarios de la ciudad, donde se convirtió en fundador de la revista ‘Sendas’, que en 1946 publicó un monográfico dedicado a Federico García Lorca, considerado el primer homenaje escrito que se hizo en España al poeta granadino. En la siguiente década perteneció al grupo Versos al aire libre y quedó incluido entre los granadinos de la Generación de los 50. De hecho, publicó sus primeros libros en la colección ‘Veleta al Sur’, que surgió de aquel movimiento. 




Parte de la obra literaria no incluida en los libros del de Chirivel está repartida por periódicos y revistas especializadas de España y América. Sus poemas han sido traducidos al búlgaro, polaco, árabe, francés, inglés, alemán, italiano y portugués. El Instituto de Estudios Almerienses (IEA) ha recopilado su poesía y su prosa completa en cuatro volúmenes.




Por otra parte, la Biblioteca de Andalucía ha adquirido alrededor de 6.000 títulos de la biblioteca de Egea. “Los han sellado y valorado y, cuando yo muera, se los llevarán”, desvela el poeta, que asegura que sus vecinos de Los Vélez creían que estaba de mudanza cuando vieron tanto movimiento en torno a su casa. 




Precisamente, uno de los proyectos que más le ilusiona hoy día tiene que ver con su pueblo natal. Consiste en hacer una sala-museo dedicada a su figura frente a la biblioteca que lleva su nombre.



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