Adiós al gran atleta de Almería

Almería despide hoy al mejor atleta de todos los tiempos. Emilio Campra Bonillo ha sido a lo largo de la vida por encima de todo un entrenador que ha sabido adaptarse a los tiempos y formar a los mejores para un deporte que amaba. Hasta el último de sus días los pasó siendo aquel corredor que no se limitó a una modalidad y supo completar una carrera brillante no exenta de lesiones que en sus tiempos tenían mala cura por las limitaciones.

Nombre a Almería 
En una España recién salida de una guerra todo se le iba complicando a Emilio Campra que dio nombre a esta tierra disputando los grandes premios y saliendo a competir con los mejores. Siempre tuvo claro lo que quería ser y vivió para ello dando un sello distinto al deporte de esta tierra que tenía unas enormes limitaciones y que contaba con un Estadio para todos al que Emilio Campra sacaba todo el partido.

Primero de la lista
Emilio Campra no solo quería ser atleta ya que dio vida al colegio nacional de entrenadores siendo el número uno. Otro logro del atleta almeriense que era reconocido dentro y fuera de nuestras fronteras. Una vez con el título en la mano se puso a formar deportistas con sello almeriense para que dieran el salto y volaran por una España cada día con menos limitaciones para practicar su deporte.
La familia Campra Bonillo, plagada de deportistas, se iba multiplicando mientras don Emilio seguía instalado en su palacio del estadio de La Falange entre colchonetas, jabalinas y lanzamiento de martillo. Todo el atletismo lo dominaba a las mil maravillas y supo inculcar a sus pupilos un claro sentimiento por el atletismo. De sus charlas en el viejo estadio fueron proliferando nuevos entrenadores que siguieron la estela del más grande de todos.

Estadio con pistas  Cuando el viejo campo iba a ser remodelado por la Junta de Andalucía fue don Emilio Campra el primer defensor de la instalación por y para su deporte. Luchó hasta el fin para dotar al viejo campo de todo lo necesario para albergar los mejores eventos deportivos y así nacía una nueva vida para  la que ha sido su casa.

Nadie como Emilio Campra Bonillo para hablar de atletismo en esta tierra y con ese respeto hacia otros deportes que demandó hacia el suyo. Nunca quiso polémicas con nadie y defendió hasta el fin su atletismo, su Estadio y a unos atletas que le querían como a un padre.
Almería se despide del mejor atleta de todos los tiempos, un Emilio Campra que vivió 92 años de atletismo.