Érase una vez el Árbol de los Chupetes. Historia de un rincón con mucho encanto del Parque de las Familias

Comienzan las actividades infantiles de la escuela de Navidad de los Centros de la Mujer del Ayuntamiento

Niños de todas las edades disfrutaron ayer de la primera actividad en torno a este especial árbol.
Niños de todas las edades disfrutaron ayer de la primera actividad en torno a este especial árbol.
Marta Rodríguez
13:30 • 22 dic. 2014

Érase una vez el Árbol de los Chupetes, uno de los rincones con más encanto del flamante Parque de las Familias de Almería. Pequeños de todas las edades acompañados por sus padres y abuelos se sentaron ayer junto al abeto para llenarlo de vida y color en la primera actividad que se lleva a cabo en este punto del recinto.




Enmarcada en la escuela de Navidad de los Centros de la Mujer del Ayuntamiento de la capital, la propuesta corrió a cargo del Centro de Atención Temprana y Desarrollo Infantil InterActúa y el Aula Creativa de Música Tam Tam. Consistió en dar a conocer la razón de ser del Árbol de los Chupetes a través de una divertida historia.




Según explicaron las monitoras, este particular abeto tiene su origen en una semilla que cayó al suelo de Almería como consecuencia de un fuerte viento mientras era transportada por un pajarillo verde y amarillo. “Sofía, una niña de dos años, fue la primera en quitarse el chupete y colocarlo en la rama más alta. En ese momento, el árbol se empezó a agitar y sus ramas y su tronco se hicieron más fuertes”, contaron.




Este relato estuvo acompañado por una serie de movimientos a modo de coreografía y también por música, de modo que los niños se fueron integrando con ganas en la actividad olvidándose el frío que reinaba a esa hora de la mañana. 




De igual forma, los pequeños pintaron su propio Árbol de los Chupetes y llevaron a cabo una suelta de globos.




Conciliación
La de ayer fue la primera cita de la escuela navideña de los Centros de la Mujer, que persigue ayudar a conciliar la vida profesional y familiar coincidiendo con estas vacaciones. Todas se desarrollarán de 11 a 13 horas y con entrada libre.




Hoy martes 23 de diciembre continúan las propuestas.  En este caso, los asistentes podrán disfrutar de juegos de mesa en familia y un pintacaras y taller de juegos de Navidad.




El miércoles 24 será el turno de una acción para favorecer la estimulación y expresión corporal de los bebés a fin de que logren separarse de su querido chupete, colgarlo en el árbol e ir a visitarlo tantas veces como quieran.


El lunes 29 y el martes 30 de diciembre tendrán lugar dos cuentacuentos a cargo de Gema Sirvent, de la editorial de literatura infantil Libre Albedrío, y de Nuria Contreras, de El Árbol de las Raíces Profundas. 


Para despedir el año, el miércoles 31 de diciembre, los niños colorearán las doce uvas en familia.


Papanú visitará este abeto mágico el viernes 2 de enero y los Reyes Magos harán lo propio el lunes 5. Por último, el miércoles 7, se aprenderá jugando con un ábaco.


Himno para cantar al abeto ‘chupetero’
Ubicado a medio camino entre la Alcazaba y la colchoneta gigante del nuevo Parque de las Familias de Almería, el Árbol de los Chupetes constituye uno de los rincones más especiales del recinto. Tanto es así que sus promotores han compuesto un himno para explicar que este abeto pretende ayudar a los pequeños a desprenderse de su chupete. La idea es que lo cuelguen en una rama y vayan a visitarlo siempre que quieran. La canción dice así:


“El Árbol de los Chupetes tiene un gancho para ti. Súbete a mamá, súbete a papá y cuelga tu chupete allí. En mi parque hay un árbol.  Mi chupete allí está. Cuando voy a visitarlo, le cuento cómo me va. El Árbol de los Chupetes  tiene un gancho para ti. Súbete a mamá, súbete a papá y cuelga tu chupete allí. Cuando tú te hagas mayor, tu chupete colgarás. Y vendrás a saludarle, cuando acabes de jugar. El Árbol de los Chupetes  tiene un gancho para ti. Súbete a mamá, súbete a papá y cuelga tu chupete allí”.


Otras ciudades españolas cuentan en sus parques con iniciativas similares. Al ver a otros niños abandonar su chupete, los pequeños los acaban imitando este comportamiento y actuando igual.



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