Curiosos eufemismos

Kayros
01:00 • 23 feb. 2017

Tal vez sea por culpa del sentimiento regional o proximidad telúrica de mi tierra murciana, pero estoy viviendo el caso de Pedro Antonio Sánchez como si fuera de mi propia familia. Ya conocen su firme decisión de colaborar con la justicia aceptando al pie de la letra las  decisiones que lleguen de arriba. Sin embargo ni el PP ni  el propio ministro de Justicia parecen estar por la labor. A su promesa de marcharse cuando fuera imputado por el tribunal calificador, se le añaden ahora al inculpado los distintas  explicaciones tanto de Rajoy como del ministro Catalá peticionarios de prudencia. Con lo cual venimos, una vez más, a la supuesta debilidad del  pacto PP-Ciudadanos. El presidente murciano,  afirmaba la prensa regional de ayer, pone en evidencia la flaqueza del pacto Rajoy-Rivera. La cantidad de veces que Ciudadanos viene a sacarles las castañas del fuego al partido gobernante hace dudar de la verdad de su lucha por la corrupción. Volverse atrás en lo sellado en los pactos, quizá no sea la palabra exacta, pero van repitiéndose ocasiones  tales como la de Clavell y Barberá donde leemos   una cosa por un lado, y, por otro y luego otra por otro. Ya no nos queda duda de que el pacto PP-Ciudadanos resulta sumamente frágil. Una de sus condiciones más llamativas era la expulsión inmediata como presidente de Murcia del exalacande  de Puerto Lumbreras. Sin embargo. Noelia Arroyo, portavoz del Gobierno murciano, parece haber dado con la solución: Pedro Antonio solo dimitirá si  es obligado al juicio oral. De momento el C´s tampoco deja clara su participación a una moción de censura. Vean la letra del acuerdo entre el PP y Ciudadanos en Murcia; “El PP y Pedro Antonio Sánchez asumen su cumplimiento expresamente; separar de inmediato de cualquier cargo, público o de partido, a imputados por corrupción hasta la resolución del procedimiento judicial”. Y por lo que hace a la Ley de Transparencia, dicer como sigue: “Cuando un cargo público electo conozca de manera fehaciente que un tribunal competente un auto estableciendo su situación procesal de imputado, entenderá que su permanencia en el cargo es imcompatible con la confianza que debe trasladar a la ciudadanía”. En fin, no me gustaría nada que todo acabe escrito  en el agua.







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