Sabido es que conforme pasa el tiempo te vas haciendo más celoso de tí mismo, de tu presentación en público, de tu manera de escribir, en resumen del qué dirán. De un tiempo a esta parte, siento especial vergüenza profesional por las erratas y hay veces que cada una de ellas, por mínima que sea , me hace el mismo efecto que si me arrancaran la piel. Palabras sin acento, frases entrecomilladas solo a la entrada, frases que se repiten a la buena de Dios, el disloque editorial. Decía Azorín que debíamos escribir sin prisa. El maestro levantino aconsejaba redactar el artículo, leerlo cuantas veces fuera necesario y al final dejarlo reposar dos o tres días como si fuera una torta de chicharrones recién sacada del horno. Seguro que todavía en esta situación extrema los buenos escritores encuentran alguna errata de esas que nos ponen colorados ante los lectores. Pero ,claro. estamos hablando de situaciones en que no corre prisa el envío a la redacción. El periodismo es otra cosa tratándose de columnistas cotidianos. Esa angustia de tener que salir haga frío o esté granizando solo la sabemos unos pocos En este trabajo debemos estar listos por lo menos hasta la hora del telefonazo inmisericorde,. Y ocurre que no pocas veces no tienes ni el tema cuando llega ese apretado momento. Y dirán ustedes ¿ a quién vamos a culpar sino a ustedes que se meten donde no tienen ni idea? Eso sí es verdad, nadie más que nosotros somos culpables de no ser ricos. Aunque hay compensaciones. Gracias a esta prisa, alguna vez llegamos a las noticias antes que nos las pisen. Alguna vez nuestro periódico parece de hoy y no del siglo XIX. No hay mal que por bien no venga. Yo no sé qué habrá pasado con la figura del corrector. Antes existía como institución en todos los periódicos y era esa bendición de hombre que sabía tus defectos gramaticales y te los corregía sin que tú te enteraras. Hoy no me atrevo a decir qué ha sido de ellos tal como están las cosas laborales- Aunque me propongo corregirme de mis erratas, ya saben que el tiempo no pasa en vano. Cada día ve uno menos y está menos ágil mentalmente, y no puedes evitar que las líneas se crucen diciendo lo contrario de lo que querías decir. Si por una coma ahorcan, ya hace tiempo que debieron ahorcarme a mí. Pido perdón . qué se le va a hacer.
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