Sin margen de error en el ‘sustituto’

Era un partido en el que no había más que dos alternativas, o el técnico cortaba las dos orejas si su equipo lograba el triunfo o pasaba a la unidad de cuidados intensivos de la enfermería. Como la cosa terminó en tablas por culpa de una jugada desgraciada, Sergi fue ingresado, no superó la crisis y puso punto y final a su etapa como técnico rojiblanco.
Una vez más se ha repetido la historia. El único responsable de la crisis de juego y resultados del equipo es el entrenador. Los jugadores, que son los que tienen que dar la cara cada jornada, quedan libres de culpabilidad porque la culpa de su bajo rendimiento la tiene Sergi que no sabe sacar lo mejor de cada uno.
Los responsables de la confección de la plantilla, con todo el oro del mundo para formarla, tampoco deben ser señalados como culpables porque le han traído al técnico catalán ‘la crème de la crème’ de la categoría.
Así que con la salida de Sergi todos los males del equipo quedarán sanados: Los jugadores podrán dar su verdadera talla y los ‘fichadores’ podrán demostrar que no se equivocaron y que en el mercado estival acertaron de pleno en las incorporaciones realizadas.  

Sabor gallego El cese de Sergi se vivió en la grada, al finalizar el partido, antes de que fuera oficial. Los abonados presentes en el encuentro estaban preocupados porque el equipo se queda sin margen de error. La sensación unánime era que ahora no se podía fallar, porque es mucho lo que hay en juego, incluso la salvación en la L.F.P. El problema es acertar porque los mejores están entrenando y de los disponibles no son de total garantía, por eso no están trabajando.  Al respecto recordaban que nunca segundas partes fueron buenas y que parece necesario traer sabia nueva. Setién y Vázquez, con sabor gallego, son los que están mejor colocados.