Pedagogía del miedo

Kayros
01:00 • 06 oct. 2015

Casi seguro que de bebés  nos cantaron aquello de “duérmete, mi vida/que viene el Coco/ a llevarse los niños/que duermen poco”. Ya de mayorcitos no faltaron tampoco los consejos educativos  de la dura palmeta, el ceñudo maestro , la “letra con sangre entra”. Y en la plenitud de la vida el miedo adquirió caracteres  históricos y metafísicos como los de la guerra civil, el hambre y la barbarie. Siempre, claro,  por culpa de los demás (“el infierno son los  otros”, diría Sartre). El 19 de octubre se convocan oficialmente las elecciones generales. El  PP  se  ha adelantado  a meter pánico con su trompeta  apocalíptica y el  conocido  slogan mesiánico “o nosotros o  el caos”. Para los estrategas conservadores el PP es  la garantía de la recuperación y de la estabilidad, la promesa fiel de un millón de un millón  de puestos de trabajo y el remedio seguro, en fin,  contra toda desigualdad  social   Sin embargo la ascensión de Ciudadanos junto a  la posible coalición del PSOE con otras fuerzas  de izquierda   tienen  soliviantados a los viejos barones peperos que ven peligrar sus cargos. Tiene que ser muy duro estar chupando del bote durante  decenios y ahora  abandonar la sinecura   política porque unos mozos sin solera y sin preparación te roban el escaño. Esta urgencia del vientre  ha  lanzado a los predicadores de Génova a decir cosas tremendas como las vomitadas por Javier Arenas contra el  PSOE.  Si el  pueblo español castiga como se debe a los corruptos y si entre los partidos emergentes se impone el  acuerdo  de  impedir que no vayan en las listas, aquí pueden sobrar un montones  de  dirigentes, algún ex ministro, no pocos directores generales que quedarán  en  la estacada. Ya  veremos cómo Rajoy ajusta  el tablero.  Ese es  para mí el verdadero malestar interno del PP y  no la posibilidad  de que gobierne  la izquierda. El recurso  a la hemeroteca está sacando frases estremecedoras sobre lo que va de ayer a hoy. Oir decir a  Rato aquello de “nosotros no necesitamos que nos digan lo que tenemos que hacer” con el signo del vencedor da  idea  de lo bajo que cayó  el PP, posiblemente uno de los partidos más” enmierdados”  del universo capitalista. Ojo a  la campaña, pues. Nos dirán muchas mentiras rebozadas con celofán. El elector no deberá asustarse.







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